¿Cómo nos portamos hoy? por Florencia Mangieri y Luciana Mirata
En la actualidad son notables los trastornos de conducta que se van manifestando cada vez desde una edad más temprana. Ya desde el Jardín de infantes podemos observar indisciplina y problemas de conducta. Esta situación… ¿Empeora? ¿Quiénes son los responsables de estos hechos? El 60 % de los niños de entre 3 (tres) y 5 (cinco) años presentan una conducta regular dentro de la Institución Educativa.
Dentro de las tareas del desarrollo del niño en edad escolar están las de adecuar su conducta y su ritmo de aprendizaje a las exigencias del sistema escolar, logrando así interactuar socialmente en forma adecuada con adultos de fuera del sistema familiar y con su grupo de pares.
En general, el desarrollo infantil normal es bastante armónico, existiendo un paralelismo en las diversas áreas del desarrollo, que permite que el niño se adapte fácilmente a las exigencias de su medio ambiente y que su conducta sea en general, relativamente predecible.
Sin embargo, en la actualidad son notables los trastornos de conducta que se van manifestando cada vez desde una edad más temprana. Para lo cual, se hace necesario hacer una evaluación apropiada de los comportamientos de los alumnos en el salón de clases. Y dado que, entre las distintas funciones del maestro está la de gobernar y gestionar el aula de tal manera que permita ofrecer oportunidades adecuadas de aprendizaje así como desarrollar aptitudes de convivencia favorables dentro del ámbito escolar y social, como así también crear un clima apropiado dentro del aula que facilite el trabajo, la comunicación, disminuya los conflictos cotidianos y potencie interacciones cooperativas y que ayude a desarrollar responsabilidades autónomas, se realizó una encuesta a 30 (treinta) docentes del Nivel Inicial acerca de esta temática.
El 60 % de los niños de entre 3 (tres) y 5 (cinco) años presentan una conducta regular dentro de la Institución.
Los problemas de conducta son comportamientos no habituales o maneras de comportamientos no esperadas por los adultos. El 93 % de niños y niñas utilizan un vocabulario inadecuado para dirigirse entre ellos, no así para con los adultos. Aceptan y respetan la autoridad del docente, creando un vínculo afectuoso con éste. Puede afirmarse que los niños suelen decir mucho más de lo que aparentemente dicen con sus aptitudes, además las maneras de comportarse suelen depender de las compañías y de los ámbitos donde se desarrollan. El 90% de los alumnos se comporta de manera diferente frente a un suplente.
Hablamos de agresividad cuando provocamos daño a una persona u objeto. La agresión tiene un papel importante en la interacción de todo ser humano. En el caso de los niños la agresividad se presenta generalmente en forma directa ya sea en forma de acto violento físicos (patadas, empujones...) como verbal (insultos, palabrotas...); los arrebatos son un rasgo normal en la infancia pero algunos niños persisten en su conducta agresiva y en su capacidad para dominar el mal genio. El 73% de los grupos encuestados muestran signos de violencia.
Existen diferentes factores que afectan el comportamiento de los niños. Algunos tienen que ver con las características individuales de cada niño, su personalidad, genero. Por ejemplo, el 76% de las maestras encuestadas coincidieron que hay una diferencia natural entre nenas y varones.
Los factores que son determinantes en la conducta son el hogar y la escuela; hoy en día no se puede dejar de lado la influencia de los medios de comunicación ya que esta generación está en permanente contacto con éstos.
Ayudar a los alumnos a tomar conciencia de la necesidad de normas y sanciones para mantener la convivencia en el ámbito escolar y social es una tarea compleja y conjunta con la familia. El 63,3% de las maestras consideran que una de las causas más relevantes de los notables trastornos de conducta que se van manifestando cada vez desde una edad más temprana deviene del factor del hogar, y un 36,6% de la excesiva exposición a medios de comunicación, como la televisión.
Todos los niños se portan mal en algún momento; es parte de descubrir qué es un comportamiento adecuado y cuáles son los límites. Los niños pueden hacer berrinches, desafiar las reglas, empezar peleas, negarse a cooperar con las rutinas de la familia, insultar y mucho más. Cuando como padres se les enseña a comportarse adecuadamente y para qué existen las reglas y los límites, es importante recordar el objetivo de la disciplina. La disciplina permite ayudar a que el niño desarrolle el autocontrol y una noción de límites, experimente las consecuencias de su comportamiento y aprenda de sus errores. Todos los niños necesitan la seguridad que brinda conocer las reglas y los límites de comportamiento; sin ellas se sienten perdidos.
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